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¿Es posible vivir sin plástico?

¿Te has percatado que casi todos los elementos que utilizamos en nuestro día a día están fabricados con plástico? Desde el sector tecnológico, electrónico, sanitario y alimentario, el plástico está ahí presente. 

Ahora bien, ¿te has detenido a pensar si es posible vivir sin plástico? ¿Es factible reemplazarlo con otros materiales? Tomando en cuenta que los plásticos son elementos omnipresentes en todos los sectores de nuestra sociedad, a continuación resolveremos esta duda recurriendo a datos objetivos. 

La Edad del Plástico 

El plástico es el material por antonomasia del mundo moderno. Y por muy buenas razones: provee seguridad, es económico y muy práctico. Desde su utilización en los años 50 del siglo pasado, el sector médico y alimenticio, por solo nombrar dos ejemplos, han visto un desarrollo sin precedentes. 

El plástico ha supuesto una verdadera revolución industrial y los intentos de usar otro tipo de materiales no han tenido éxito y, pueden tener incluso, un efecto más pernicioso en el medio ambiente. Para ilustrar, según un estudio llevado a cabo por la BBC en el año 2011, la fabricación de bolsas de papel implica la tala de árboles y mucha más energía, pues resultan ser más gruesas que las de plástico.

Entonces, tomando todo esto en cuenta, ¿será posible vivir sin plástico? Imaginemos el siguiente escenario: vivir un solo día sin el más del 80% de las cosas que forman parte de nuestro día a día y que muchas veces no les prestamos atención: recipientes, botellas de jugo, leche o agua, bolígrafos, envases de medicamentos, mascarillas, guantes médicos o de cocina, trenes, autobuses, coches… 

Y por supuesto, tendríamos que olvidarnos de nuestros móviles, ordenadores y tabletas. Además, cuando concretamos una compra por internet o en una tienda, lo más seguro es que nos den una bolsa de plástico o un embalaje de este material. Sin duda, es muy difícil que los seres humanos puedan vivir sin plástico, pues significaría todo un retroceso en muchos ámbitos en nuestra sociedad. Veamos esto con más detalle. 

El plástico y el sector salud 

La medicina ha experimentado numerosos avances gracias a los plásticos, pues ha encontrado en ellos un elemento biocompatible, higiénico y seguro. Debido a estas características, ha sido posible fabricar con plástico bolsas de sangre, jeringas, blisters para medicamentos, catéteres,  prótesis oculares, auditivas y ortopédicas. 

Asimismo, se ha logrado que órganos con lesiones funcionen de manera correcta, gracias a la fabricación de corazones y riñones artificiales. También hay que mencionar los equipos tecnológicos de los centros de salud, los cuales no existirían sin el plástico

Por otro lado, otro aspecto que nos dejó aún más claro que no podemos vivir sin plástico fue su papel fundamental en la lucha contra la pandemia de Covid-19. El plástico fue la materia prima principal en la fabricación de suelos de vinilo antibacterianos en clínicas y hospitales, equipos de limpieza y recipientes tanto de desinfectantes como jabones. 

Igualmente, el plástico es primordial para confeccionar protectores faciales, mascarillas, guantes, kits de pruebas, trajes médicos protectores, respiradores, empaques de entrega por delivery y envases para transportar alimentos. Entonces, ¿es factible vivir sin plástico y contar con un sistema de salud a la altura? No, sin duda volveríamos a la Edad Media. 

El plástico y el reciclaje 

El plástico es un material 100% reciclable, sin importar el ámbito de su procedencia: construcción, automoción, agricultura, envases, entre otros. Además, son reciclados en su totalidad los recipientes plásticos colocados en los contenedores de color amarillo. 

Es clave resaltar que es mucho más sencillo, barato y hasta ecológico reutilizar plástico que otros materiales como el cartón, por ejemplo. Una caja hecha de cartón de un producto representa un problema ambiental; aunque pueda parecer más eco-friendly, no lo es, pues se necesita recurrir a la tala de árboles para obtener cartón y esta debe ser plastificada para ser más resistente. 

Otro ejemplo parecido son las botellas de detergente conformadas de plástico, metal, cinta adhesiva y cartón. Resulta que los artículos compuestos, es decir aquellos confeccionados con distintos materiales, son más complicados de dividir y reciclar. 

En cambio, una caja o botella plástica se puede reciclar sin tanto problema y es más liviana al momento de transportarla, lo cual reduce las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, minimizando el cambio climático. Teniendo esto en mente, ¿podríamos vivir sin plástico y tener un proceso de reciclaje efectivo? Sería bastante difícil. 

El plástico y la seguridad alimentaria 

El plástico es uno de los materiales que más pasa por controles estrictos de calidad, por lo que es ideal para conservar alimentos. De hecho, a este elemento le debemos la disminución de la pérdida de alimentos en países desarrollados, la cual es solo de un 3% frente a la de los subdesarrollados, la cual ronda en un 40%, pues la utilización de recipientes plásticos no está tan extendida. 

También es importante recalcar que cocinar con menaje plástico es completamente seguro y práctico, lo cual ha facilitado la vida de innumerables amas de casa. Así pues, en definitiva, no podemos vivir sin plástico. 

Sin lugar a dudas, el plástico ha sido el material que nos ha permitido alcanzar el desarrollo que disfrutamos hoy en día en diversos ámbitos. Sin él, la lucha contra la pandemia del Covid-19 hubiera sido mucho más difícil, así como la conservación de nuestros alimentos. 

Vivir sin plástico es una fantasía, por lo que en Juypal ofrecemos productos elaborados con plástico 100% reciclable y de excelente calidad, contribuyendo al cuidado del medio ambiente, y al mismo tiempo, satisfaciendo las necesidades de nuestra clientela.